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El Cenáculo – La Montonera

Ramiro Pozzo
Ramiro Pozzo
El Cenáculo – La Montonera
09/12/2024

Por Ramiro Pozzo

A principios del siglo XIX, las Provincias Unidas del Río de la Plata se estaban emancipando de la corona española, aunque no eran tan unidas. La Liga de Pueblos Libres, con José Artigas a la cabeza, se mantenían en conflicto con Buenos Aires. Declarada la independencia en 1816, estas rechazaban una constitución sancionada en 1819 con carácter centralista y monárquico. Mientras José Artigas, al mando de la Banda Oriental, se enfrentaba a los portugueses que buscaban expandir fronteras, Estanislao López, de Santa Fe, y Francisco Ramírez, de Entre Ríos, hacían lo propio contra Buenos Aires. Estos caudillos contaban con formaciones militares de a pie y a caballo, de hombres rurales, conocedores del terreno: las montoneras. 

Los caudillos federales lograron una importante victoria en la Batalla de Cepeda en 1820. Rodearon Buenos Aires y ofrecieron a Manuel de Sarratea, gobernador de Buenos Aires, un tratado de paz con impronta federal. Este los convoca, entonces, a negociar en la Capilla del Pilar en el caserío conocido como Pilar Viejo. Estanislao López acamparía cerca de donde hoy se encuentra Tecnópolis y el entrerriano, a unos dos kilómetros de la capilla. 

Un 23 de febrero de ese año, Ramirez y su montonera cruzarían el Rio Luján por una veta de tosca firme para firmar el Tratado del Pilar, que impuso a la centralista Buenos Aires los principios de federación y nacionalidad que luego serían los fundamentos para la organización institucional del país. Dicho cruce, que se ya se usaba como atajo en el camino a Buenos Aires sin necesidad de puente para los pesados carretones con bolsas de trigo y maíz tirados por bueyes, hoy se recuerda como el “Paso de la Montonera”.  

Lorenzo Basabe y María Melo eran propietarios de la Estancia La Montonera, establecimiento agropecuario que llegaba desde el Río Luján hasta la actual Capilla del Señor. Sus herederos vendieron en parcelas el terreno original y en 1938 Juan Ángel López compró 220 hectáreas, la porción que tenía el casco de estancia y que conservó el nombre. Lopez la ofrece a remate público y aprovecha el cardenal Santiago Luis Copello, arzobispo de Buenos Aires que proyectó el lugar como colonia de vacaciones para los seminaristas de la arquidiócesis. La bautizó como: la “Casa de Vacaciones Hogar San José de la Montonera”.

Hoy, la Casa de Retiros El Cenáculo–La Montonera ya supera las ocho décadas de vida. Copello la inauguró el 14 de enero de 1941 para el descanso de verano de hasta cuatrocientos fieles que por aquella época pertenecían al arzobispado de Buenos Aires. El arquitecto Carlos Massa, diseñó una construcción en forma de E de dos plantas con habitaciones amplias y con una capilla en el medio. 

Un Vía Crucis, una estatua del Sagrado Corazón, otra de San José con el Niño Jesús, un mural dedicado al Milagro de la Virgen de Luján, una imagen de la Inmaculada Concepción, dan cuenta del credo predicado en este entorno. Pero quien la visita también encontrará evidencia del paso del tiempo: un espacio reservado a máquinas agrícolas y carros antiguos el molino-mirador, el palomar, la faisanera, tanques, casas y garajes hechos a fines de 1800. Las "Casas viejas de La Montonera", donde habitaban los peones y el capataz, construidas hace un siglo y medio, se encuentran muy bien conservadas.

El uso que se le dio a la construcción se fue ampliando y fue cambiando quien la administraba. Para los años setenta, también funcionaba como casa de retiros espirituales y era atendida por religiosas, primero las norteamericanas Hermanas de Nuestra Señora del Cenáculo y luego las Hermanas de los Pobres de Santa Catalina de Siena. En la década de los noventa la conducción de la casa pasó a estar cargo del Arzobispado de Buenos Aires a través de personal laico. Ya en este siglo, el Jorge Mario Bergoglio, hoy Papa Francisco, hizo remodelarlo en 2004 y cuatro años después el casco principal fue restaurado y fue utilizado como lugar de descanso para el clero porteño. 

Hoy, el Cenáculo ostenta, 180 habitaciones, dos comedores, un auditorio para más de doscientas personas y salas varias para usos varios. A la arboleda, que fue testigo del paso de la montonera, la rodean tierras destinadas a la agricultura y producción lechera que en otras épocas abastecían de alimentos a los seminaristas. Para entretenimiento se ofrecen, canchas de fútbol y vóley y frontones de paleta y pileta de natación. 

El Cenáculo - La Montonera hoy es el lugar elegido para congresos médicos, cursos de coaching empresarial, convenciones de negocios. Para llegar, ya no hace falta buscar por dónde cruzar el Río Luján con bueyes y carretas. En los GPS se encuentra a la altura del kilómetro 60 de la Ruta 8.